Carta a un
Escribir una carta (maximo una página): Primer reto (I)
Soy Eduardo del Villar y me reconozco como maestro de Pedagogía Terapéutica.
Ya de pequeño sabía que tiene un interés hacía el otro, hacía las personas más cercanas y que mi rama del conocimiento iría por las ciencias sociales. Bien acabaría curando en un hospital a pacientes o bien enseñando a colectivos desfavorecidos con necesidades educativas. Creo que siempre funcionó más mi sentir espiritual que el mundano, y por lo tanto, me sentía reconfortado colaborando con otros y jugando a deportes colectivos antes que a deportes individuales.
Esta no es una carta de amor a un maestro, es una carta de agradecimiento hacia una profesora de mi etapa infantil, la cual colaboró en mi proceso de maduración. La etapa que me refiero es 2º de EGB y la maestra en concreto Charo, la cual pertenecía al claustro de profesores de la etapa de la LOGSE , en mi localidad, Salamanca y me dejo bien claro una cosa que es que en la vida nada se consigue sin esfuerzo. Exacto, se trata de un homenaje por mi parte, mi mayor deseo es que me crea y por eso no tengo intención de hacerle pagar nada. Se trata de un reconocimiento a una labor callada, casi anónima pero muy cálida. No hablo de conocimiento implícitamente ni de un dominio de la materia exuberante, más bien de un conocimiento del corazón humano y de un dominio del alma como disciplina en formación permanente.
Creo firmemente ese dicho, que dice, “nunca olvides a aquellos que te ayudaron en tu camino al éxito”, de bien nacidos es ser agradecidos y aquí dejo estas líneas que si un día tiene la oportunidad de leerlas espero recuerde este aforismo.maestro
Escribir una carta (maximo una página): Primer reto (I)
Soy Eduardo del Villar y me reconozco como maestro de Pedagogía Terapéutica.
Ya de pequeño sabía que tiene un interés hacía el otro, hacía las personas más cercanas y que mi rama del conocimiento iría por las ciencias sociales. Bien acabaría curando en un hospital a pacientes o bien enseñando a colectivos desfavorecidos con necesidades educativas. Creo que siempre funcionó más mi sentir espiritual que el mundano, y por lo tanto, me sentía reconfortado colaborando con otros y jugando a deportes colectivos antes que a deportes individuales.
Esta no es una carta de amor a un maestro, es una carta de agradecimiento hacia una profesora de mi etapa infantil, la cual colaboró en mi proceso de maduración. La etapa que me refiero es 2º de EGB y la maestra en concreto Charo, la cual pertenecía al claustro de profesores de la etapa de la LOGSE , en mi localidad, Salamanca y me dejo bien claro una cosa que es que en la vida nada se consigue sin esfuerzo. Exacto, se trata de un homenaje por mi parte, mi mayor deseo es que me crea y por eso no tengo intención de hacerle pagar nada. Se trata de un reconocimiento a una labor callada, casi anónima pero muy cálida. No hablo de conocimiento implícitamente ni de un dominio de la materia exuberante, más bien de un conocimiento del corazón humano y de un dominio del alma como disciplina en formación permanente.
Creo firmemente ese dicho, que dice, “nunca olvides a aquellos que te ayudaron en tu camino al éxito”, de bien nacidos es ser agradecidos y aquí dejo estas líneas que si un día tiene la oportunidad de leerlas espero recuerde este aforismo.maestro
Comentarios
Publicar un comentario